La importancia de organizar reuniones mensuales con tu equipo

La misión del líder es motivar a su equipo y una herramienta muy útil para conseguirlo son las reuniones periódicas con ellos.

Estas reuniones te servirán para hacerles partícipes del rumbo que debe llevar el negocio para que nunca olviden “dónde está el norte”, ese camino que has marcado para alcanzar tus objetivos.

En las ópticas mantener reuniones periódicas con el equipo, no es algo muy habitual, la verdad, pero, sin duda, aquellos que llevan a cabo esta práctica, se dan cuenta rápidamente de la gran importancia que tienen para el buen funcionamiento de sus equipos. No, no se trata de estar siempre reunidos. Con una vez al mes en principio, puede ser suficiente.

Reuniones planificadas mejor que improvisadas 

Para que el equipo también le de el valor que se merecen, debe ser algo que tú trabajes previamente. No es conveniente que este tipo de reuniones se perciban como algo improvisado. Estas pautas te pueden ayudar a que tus reuniones funcionen de verdad:

  •  Establecer una fecha. Para institucionalizar las reuniones, y conseguir que sea una práctica que se convierta en un hábito, lo mejor es definir y establecer un día para las reuniones con el equipo. Por ejemplo, el primer lunes de cada mes. Informa al equipo con tiempo de la fecha y hora de la reunión.
  • Preparar la reunión con antelación. Define previamente los puntos que quieres tratar, qué quieres contar, cuál es el mensaje clave que quieres transmitir. Tú eres quien debe marcar y dirigir el desarrollo de estas reuniones.
  • Compartir con ellos “el orden del día” y avisarles con tiempo si consideras que deben llevar algún tipo de información, datos, etc. que sean necesarios tratar en la reunión.
  • Respetar la duración de las reuniones. Deben cumplirse tanto la hora de inicio como la de finalización. Las reuniones no deben durar más de media hora. Con veinte minutos al mes debería ser suficiente.
  • Gestionar el tiempo disponible adecuadamente. Tú diriges, pero trata de que no sea un monólogo. Deja espacio para que el equipo pueda expresar también sus impresiones, dudas, propuestas…
  • Marcar “las reglas del juego”. Deja claro desde el principio el objetivo de estas reuniones. No son el lugar donde resolver problemas internos, ¡solo tenemos media hora! Pueden ser el foro adecuado para plantear propuestas de mejora, definir objetivos, establecer compromisos y pautas para el buen funcionamiento.

Sé lo que estás pensando ahora mismo…  que el día a día es difícil… que no siempre se tiene tiempo para todo lo que se necesita… Pero, créeme si te digo que reunirte con tu equipo periódicamente no es “tiempo perdido”, sino “tiempo bien invertido” para todos.

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